APRENDER VARIOS IDIOMAS AYUDA a LA CONCENTRACIÓN

xisten aportes positivos en cuanto al aprendizaje de nuevos idiomas que aportan positivamente a nuestro cerebro. En este caso podemos relacionar al cerebro como un semáforo, que nos da luz verde cuando necesitamos la utilización de palabras en un idioma diferente al de nuestra lengua natal y nos muestra luz roja cuando ya no es necesario hacer uso de ellos.

En cuanto al aprendizaje de nuevos idiomas y sus ventajas, podemos destacar el que el bilingüismo permite combatir mejor el Alzheimer o la demencia, esto se debe que los cerebros bilingües están mejor equipados para procesar información


Un caso interesante, es el realizado por la profesora Marian, de la Universidad de Northwestern, que realizó su estudio con participantes de 18 a 27 años de edad seleccionados por la Universidad de Houston. 17 de ellos eran bilingües en español e inglés mientras que otros 18 solo hablaban inglés. 'Elegimos estos idiomas porque es el bilingüismo más habitual en Texas, aunque suponemos que los resultados serían similares con otras lenguas', señala la investigadora.

El trabajo, desarrollado a lo largo de tres años, partía de un experimento bastante simple. Después de escuchar una palabra en inglés, leída por una voz masculina con acento neutro, les enseñaban a los integrantes de ambos grupos un dibujo con cuatro objetos: dos cuya pronunciación es similar en inglés y otros dos que suenan totalmente diferentes.

Cuanto más oxígeno o sangre fluye a una región, más esfuerzo realiza esa parte del cerebro. Los que solo hablan un idioma tenían más activadas las regiones de control de inhibiciones del cerebro que los bilingües, es decir, “trabajan más duro para encontrar las respuestas”, añade Viorica Marian, autora principal del estudio publicado en la revista Brain and Language

En España, la mayoría de las comunidades autónomas tienen oferta de enseñanza bilingüe en ingles pública. Los investigadores de Seattle visitaron centros de Madrid y contactaron también con las autoridades educativas de Barcelona. Gracias a las relaciones conjuntamente con el Ministerio de Educación, el equipo estadounidense quiere colaborar ahora con Madrid. Los investigadores han pedido trabajar en centros de la primera etapa de educación infantil (de cero a tres años), según explica un portavoz de la consejería. Esperan cerrar un acuerdo en diciembre.